viernes, 23 de septiembre de 2016

Todos somos “Brangelina”

En primer lugar, quiero decir que el texto que a continuación expongo no lo he escrito yo, sino alguien del maravilloso blog de Lo que me encantaría decirte. Este artículo me ha encantado y por eso lo pego aquí, para releerlo miles de veces. Espero que a vosotros también os guste.

"Se acabó.

Hoy los medios de comunicación echan humo con el divorcio de Angelina Jolie y Brad Pitt. Aprovechando éste suceso quiero abrir los ojos sobre la estabilidad, las relaciones y el amor propio.

Si bien dice la prensa rosa que la ruptura se debe a “diferencias irreconciliables”, también se tiene el punto de mira en Brad por su abuso de sustancias. Éste consumo provocaba que tuviera conductas agresivas que, obviamente, Angelina veía perjudicial para sus hijos e incluso para ella. Pero yo no quiero entrar en que sean ciertos o no esas especulaciones.
Vamos a extrapolar este ejemplo, que nos ha dado Angelina, a nosotros:
Es cierto que cada relación es un mundo, pero todas, al fin y al cabo, tienen un denominador común. Seguimos arrastrando costumbres ambiguas que están enmascaradas bajo las frases “estamos pasando por una mala época de la que seguro que saldremos”, “hay pequeñas diferencias que puliremos”, “le perdono (o me perdona) porque nos queremos”… y un largo repertorio. No hay que aguantar “carros y carretas” en una relación. No. Una relación no está para aguantarla, está para sentirse pleno y feliz junto a una persona. No digo que no haya dificultades de vez en cuando, pero, ¡ojo!, según qué tipo de dificultades. Una cosa es que, digamos, no lleguéis a fin de mes, o no tengáis tiempo para vosotros por vuestros respectivos trabajos… Ese tipo de dificultades que no dependen del todo de vosotros. Pero las dificultades del tipo celos, ira, abusos, maltratos, desprecios, infidelidades… Son las que debemos evitar, y si nos encontramos metidos en el hoyo, salir de él. Con o sin ayuda, pero hay que dar el paso como lo ha hecho nuestra querida Angelina.
Puede que tu pareja sea un Brad Pitt, guapo, triunfador, exitoso, trabajador, encantador, atento, cariñoso (aplicad estas descripciones en chicas si es vuestro caso), pero si os afectan esas dificultades directamente recibidas por vuestra pareja, tomad ejemplo de Angelina. Podría no haber dado el paso por los medios de comunicación, por sus familias, su fortuna o por no ser el centro de atención durante varios días; sin embargo, ha pensado en ella y en sus hijos. Ha luchado por su bienestar y su felicidad y a la mierda todo lo demás.
Todas y todos llevamos dentro una Angelina Jolie, unos más desarrollado que lo sacan cuando saben que esa persona no les conviene, y otras que sin embargo deben dedicarse más a fomentar esa faceta de amor propio que dejan a un lado cuando están con la persona equivocada.
Debemos decir NO a esas relaciones que nos restan más de lo que nos dan, que nos hace cuestionar si merece la pena o no, que nos da más penas que alegrías, decir NO a las relaciones agobiantes, enfermizas, que nos denigran en vez de ayudarnos a crecer como personas, decir NO a esas relaciones en las que se ha perdido el respeto y por supuesto aquellas que hay maltrato de por medio ya sea físico o psicológico.
Tenemos que decir a nuestra felicidad aunque no sea con esa persona. Decir a nosotros mismos,  a nuestro bienestar y, ¿por qué no? hay que ser egoísta con ello, pensar en ti y en nadie más.

Quizá muchas de nosotras nos hayamos alegrado por ésta ruptura (entre ellas me incluyo), pero desde luego me quedo con Brad Pitt en cada uno de sus personajes cinematográficos y no con “el Brad Pitt” actual, casero y mortal."

No hay comentarios:

Publicar un comentario