Todas las personas tienen algo que aportar, y todas las personas tienen miedos.
Nadie es completamente asetivo y tampoco nadie es completamente valiente.
Aprender a amar tus miedos y errores, te hace sentir vivo, y también te ayuda a aceptar y amar los miedos de otros.
domingo, 28 de agosto de 2016
Miedos y errores
viernes, 26 de agosto de 2016
"A todas las mujeres que tienen que aprender a volver a amar"
En primer lugar, quiero decir que el texto que a continuación expongo no lo he escrito yo, sino de una de las chicas de Weloversize (una página increíble que tenéis que visitar). Este artículo me ha encantado y por eso lo pego aquí, para releerlo miles de veces. Espero que a vosotros también os guste.
"Un día te levantas, miras el calendario que tienes encima del aparador y caes en la cuenta de que ya han pasado casi dos años desde que ÉL se fuera. No se fue con otra, ni a otro país, ni a por otro trabajo. Se fue de la vida.
Te incorporas, pones la cabeza acomodada entre las almohadas y notas lo grande que te queda la cama. Es en ese momento en el que empiezan a pasar por tu mente imágenes de personas que se han paseado por esa habitación vacía durante ese tiempo. Personas que, como la habitación, están vacías. O quizás, lo vacío es tu corazón.
Miras detenidamente al techo como si fuera un cielo blanco que te encarcela
y comienzas a debatir con tu luz interna: ¿qué está pasando? ¿se agotó
la capacidad de amar? ¿ya todo es vacío y silencio? Te acuerdas de
momentos en los que parecía que la ilusión por alguien se despertaba
hasta que se desvanecía otra vez. Piensas en lo que podría haber sido tu
vida con ÉL si no se hubiera ido y lo tanto que dista de lo que has
tenido que soportar con ciertas personas por tal de conseguir algo de
calor en las noches de pleno invierno imaginario.
Decides salir de la cama y ponerte un café con sonrisa de agobio y magdalenas.
Una vez sentada y dando vueltas a tu café cargado con la cuchara, piensas que ya nadie vendrá con los valores que tú buscas y que tenía ÉL. Aparecieron “los más bajos que”, “los más altos que”, “el no tan dicharachero como” y “el no tiene tanta iniciativa como”. Y después de ese “que” y ese “como” siempre aparece ÉL. También comienzan a aparecer los que te utilizan en ese mundo en el que usa la definición de libertad olvidándose del respeto y los valores. Por mucho que quieras, ese mundo nunca lo entenderás ni entrarás en él por mucho que te tienten ¿No hay valores o los tuyos han cambiado? Largas vueltas a esta pregunta. Vueltas como las de tu cuchara en el café casi a punto de rebosar.
Una vez sentada y dando vueltas a tu café cargado con la cuchara, piensas que ya nadie vendrá con los valores que tú buscas y que tenía ÉL. Aparecieron “los más bajos que”, “los más altos que”, “el no tan dicharachero como” y “el no tiene tanta iniciativa como”. Y después de ese “que” y ese “como” siempre aparece ÉL. También comienzan a aparecer los que te utilizan en ese mundo en el que usa la definición de libertad olvidándose del respeto y los valores. Por mucho que quieras, ese mundo nunca lo entenderás ni entrarás en él por mucho que te tienten ¿No hay valores o los tuyos han cambiado? Largas vueltas a esta pregunta. Vueltas como las de tu cuchara en el café casi a punto de rebosar.
Te acercas la taza a los labios y
llegas finalmente a la conclusión de que no puedes ya estar comparando
nada con ÉL ni aguantando palos de personas que no definen el amor
como tú. No es cuestión de incapacidad, es cuestión de ganas por volver a
empezar el largo ciclo del alma. ¿Y eso qué quiere decir? ¿Qué me están
empezando de nuevo las ganas de amar?
Se te termina el café y te metes a la ducha para salir a pasear y seguir deliberando sobre esa angustia que te está persiguiendo y que no sabes controlar.
El agua de la ducha parece que te limpia las ideas y vas viendo
más claro que la distancia que separa el “echo de menos amarle” al “echo
de menos amar a alguien” es cada vez más grande y que tú te encuentras
en el kilómetro de la segunda afirmación de añoranza. Y ahí está. Ahí
llega el nudo en el estómago. Ese nudo que no te deja digerir
adecuadamente los sentimientos porque crees que tú ya no tienes derecho a
volver a amar a nadie. Uf. Este nudo duele. Mucho. Sales de la ducha y te secas.
Respiras hondo mientras te vistes, te peinas y retocas esa cara que se refleja en el espejo
y que ya tiene color. Nada queda de la palidez de hace dos años. Nada
queda de esa mirada triste. Todo lo contrario. Pones máscara de pestañas
para realzar unos ojos que han cambiando. Ojos que sólo quieren ver
vida y felicidad. Ojos llenos de ilusión por lo que vendrá. Otra vez
notas los pinchazos en el estómago. Claro, ya lo entiendes, es la
palabra ilusión. ¿Ves? Otra vez. Cuando dices o notas ilusión, tu
estómago parece que no te lo permite. Te dice en forma de dolor ¿Tú por
qué vas a volver ilusionarte? Pues te lo voy a decir bien claro querido
ego, tengo sólo 29 años y habrá que seguir enamorándose. No sólo de
personas, habrá que seguir enamorándose de la vida que te queda por
caminar.
Te cuelgas el bolso, abres la puerta y te vas pisando fuerte hacia la calle donde has decidido ir para observar las sensaciones de la brisa en tu cara de ilusión libre.
Mientras caminas, te das cuenta de una cosa: Amar,
sí, muy bonito, pero esto… ¿Cómo se hacía? De nuevo, notas una extraña
sensación: Cansancio. Te sientas y clavas la mirada en un árbol.
Vamos a ver, piensa mente loca ¡Piensa!
Todo este tiempo has salido con tus amistades a cenar, a conciertos, a
ver exposiciones, a asistir a obras de teatro y al cine pero ¿te has
parado a pensar en si te interesa alguien? ¡Sí! Ya es hora de que te interese alguien del presente y no del pasado por mucho que tengan que convivir irremediablemente.
De nuevo has aprendido a
levantarte todas las mañanas sin llorar, has cambiado tu casa, has
cambiado tu trabajo, has cambiado tu ropa porque te ha dado por comer y
la talla tristeza ya no te vale, has cambiado hasta tu círculo de amigos
haciéndolo más grande, has cambiado tus hobbies y… ¿no te da por
cambiar de una maldita vez tu visión sobre las relaciones?
¡Déjate ya de personas vacías y comienza a amar! Pero a amar de verdad porque ¿sabes una cosa? Llega un día en el que te levantas, miras el calendario y te das cuenta de que tienes ganas de volver a amar.
¿Y ese chico qué mira? Pues parece interesante…
A todas las mujeres que tienen que aprender a volver a amar. Con todo mi cariño."
Tomado de Weloversize.
Orgullo de ser yo
Nunca tengas miedo de ser quien eres, pues al reconocerte a ti misma con tus defectos y virtudes, y amarlos a todos, nunca tendrás miedo de hablar sobre ellos a cualquier persona, y te reconocerán como una persona fuerte. De este modo, no te importará lo que digan de ti, porque te dará igual, sabes quién eres y lo que quieres. Y eso es increíble.
jueves, 25 de agosto de 2016
Comprender, consolar y entender
Hace un tiempo escribía una entrada en la que me cuestionaba sobre los significados de aceptar y entender, pero ahora añado uno más: consolar.
Pienso que en aquel momento me faltó analizar el consuelo.
¿Qué significa consolar?
Según el diccionario: aliviar la pena o aflicción de una persona. Sus sinónimos son: confortar, calmar, tranquilizar, alentar, animar, aliviar.
Es fácil ententer unos hechos, es decir, comprenderlos. Quizás sea un poco más difícil aceptarlos, es decir, conformarse con que suceden. Pero, probablemente, lo más difícil sea consolar a la persona que los vive.
Consolar, para mí, significa comprender y aceptar los sentimientos de alguien más. A veces, ese proceso no es tan fácil como parece. A veces es difícil ponerse en el lugar del otro, es decir, empatizar.
Por ello, para consolar, no tienes que dar una solución. Tienes que escuchar, hacer preguntas sobre cómo se siente; para así poder ponerte en el lugar de esa persona. Que tú le des la solución, no significa que esa persona vaya a sentirse mejor. Ni siquiera significa que esa persona vaya a seguirla. Esa persona primero debe desahogarse, comprenderse a sí misma. Muchas veces, nos resulta complicado desahogarnos con nosotros mismos y necesitamos a alguien más para lograrlo.
Después de que se desahogue, debes ayudarla, poco a poco, a que ella misma encuentre su propia solución, para que se sienta bien, por muy obvia que muchas veces te resulte la salida, pero recuerda que tú no estás en su cabeza. Y, por supuesto, nunca debes castigarla o echarle en cara sus actos pasados. Debes preguntarle cómo va a solucionarlo o esperar a que te pregunte cómo lo solucionarías tú. Entonces ya puedes decirle lo que piensas, pero no antes.
domingo, 21 de agosto de 2016
Porque ya no estás y eso está bien
Hoy me siento bien, porque ya no estás. Ya no te noto. Creo que te has ido, me dejas en paz y siento que soy libre.
sábado, 20 de agosto de 2016
Gente profunda ❤
Quiero hablar de átomos, de muerte, del espacio, de filosofía, de
política, de sexo, de viajes a Asia, a Nueva York o a la luna, quiero
que me cuentes todas las mentiras que has dicho a lo largo de tu vida,
en qué piensas mientras besas, quiero que me hables con emoción.
“Me gusta la
gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las
cosas sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva
sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.”
-Mario
Benedetti-
Tomado de La mente es maravillosa.
lunes, 15 de agosto de 2016
P.D.: Te quiero - Holly y su madre
-Odiabas a Jerry porque te recordaba a papá.
-Un poco.
-¿Sabes qué es lo peor para un padre, además de perder un hijo? Ver que tu hijo va a llevar la misma vida que tú y no poder evitarlo. Te sientes tan impotente... Te hace estar enfadada... y yo lo he estado, durante mucho tiempo.
¿Cómo dejar en el pasado a tu ex?
"Deja de esforzarte por olvidar
Olvidar es para las personas con problemas de memoria (amnesia).
Como probablemente tú no tienes ese problema, deja de esperar que
olvidarás a tu ex. Tu ex fue real, lo que viviste con esa persona fue
real, y no se trata de que lo olvides, se trata de que agradezcas que
existió, tomes lo que recibiste, te fortalezcas, y tomes fuerzas para
estar contigo mismo y poder estar con alguien más.
Entiende lo que realmente sucedió
Si terminas una relación y te toma por sorpresa, es porque realmente
no quisiste ver la realidad a tiempo, pasaste por alto los pequeños
avisos o señales de lo que estaba pasando, preferiste seguir creyendo en
la ilusión, dejando de ver al otro, dejando de ver la relación.
Probablemente la otra persona hizo lo mismo, pretendiendo que todo
estaba bien, actuando como si nada, dejando de escuchar las señales
dentro de ella que le decían que el ciclo estaba estancado, hasta que
con la acumulación, explotó y dio por terminado todo.
Ninguna relación permanece de la misma manera para toda la vida, pues
ninguna persona permanece siendo el mismo toda la vida. Todos vamos
cambiando y evolucionando, y si frenas esa evolución en ti, la frenarás
en la relación. O quizás querías que la relación fuera igual siempre, y
eso mismo fue lo que generó que se estancara.
Así es que comprende lo que realmente sucedió sin culpar a nadie,
simplemente con consciencia para poder aprender y hacerlo diferente la
próxima vez.
Fortalécete y reinvéntate en tu interior
Si realmente quieres evitarte que en el futuro te vuelvan a lastimar,
aumenta tu autoestima, se honesto contigo mismo y con la relación, abre
los ojos a las señales, aprende técnicas de comunicación para llegar a
acuerdos, toma en cuenta los sentimientos de la otra persona, se
auténtico y manda el mensaje que realmente quieres mandar, conoce al
otro por quien realmente es más allá de la imagen, date valor a ti mismo
dentro de la relación.
Si te das valor a ti mismo desde el principio en una relación,
permanecerás en una relación positiva, y seguramente no saldrás
lastimado. Pero si desde el inicio de la relación estás al servicio del
otro y te olvidas de ti mismo, aumentan las probabilidades de que
salgas lastimado.
Descubre el aprendizaje
Lo ideal es que cada relación que tengamos se convierta en un avance y
crecimiento en el entendimiento de nosotros mismos, en discernir
nuestras preferencias, en definirnos para entonces crear lo que deseamos
para nuestro presente y futuro.
El pasado en realidad no existe, siempre es un maestro de quienes
somos, nos da información muy valiosa de cómo percibimos la realidad.
Tu relación pasada quizás te enseñó aspectos muy valiosos de ti mismo y
si los descubres, te será más fácil seguir adelante.
Enamórate de ti mismo
Quizás suene cursi o demasiado optimista, pero realmente la mejor
manera de superar a tu ex, es enamorándote de ti mismo. Si contigo
estás completo dejas de necesitar de alguien más, y el estar en pareja
se convierte en un compartir de tu felicidad, más no en un requisito
para ser feliz.
Confía
Confía en la realidad de que si terminó es porque tenía que ser así,
por más que para ti todo estuviera perfecto, si para la otra persona no
era así, es porque había algo en la relación que no estaba funcionando.
Confía en ti mismo en cuanto a que eres capaz de volver a generar esos sentimientos dentro de ti.
Confía de nuevo en las personas que te rodean en cuanto a que no
porque una te lastimó, significa que las demás harán lo mismo. El que
una persona te lastime significa que basabas tu felicidad en ella, y si
fue así, entonces es momento de reubicar en qué basas tu realidad.
Los demás sólo tienen el poder de lastimarte si tú lo permites, si tú
les entregas ese poder. Realmente no deberíamos de tener miedo a salir
lastimados, pues eso depende de nosotros mismos, no de los demás.
Identifica lo que se llevó
Ubica qué es lo que tú sientes que perdiste junto con esa persona,
qué sentimientos o cualidades en tu interior sientes que se llevó, puede
ser tu confianza o amor, lo que tú sientas que se llevó, solamente
ubícalo.
Identifica lo que te dejó
Lo que se llevó es una ilusión, pero lo que te dejó no. Es imposible
agradecer algo que no hayas recibido, así es que enlista todo eso que
agradeces de esa relación.
Deja de querer recrear el mismo enamoramiento
A veces pensamos que nos enamoramos de nuestro ex porque tenía
ciertas cualidades físicas o de personalidad, y creemos que solamente de
esa manera nos podremos volver a enamorar, o que el enamoramiento
siempre lleva una secuencia dentro de nosotros. Eso no es así, cada vez
es diferente, y si sigues aferrado a encontrar lo mismo de antes, tan
sólo te frustrarás.
Avanza
La mejor manera de avanzar es simplemente actuando, moviéndote,
accionándote. Si ya lo estás haciendo y sientes que no te ha dado
resultados, observa lo que sí has estado recibiendo, quizás no es tu
expectativa, quizás no es lo que esperas, pero seguramente sí estás
avanzando, reconócete por eso.
Aclaro, avanzar no es tener una nueva relación o volverte a enamorar,
avanzar es sentirte libre y tranquilo contigo mismo, y entonces en el
momento que menos lo esperes, llegará la persona que resuene con tu
energía."
Tomado de desansiedad
Chick-list
Recientemente he descubierto el Chick-list, que es el nombre que se le da a la Ficción Postfeminista.
Estas novelas atraen por su frescura y su forma de afrontar ciertos temas tabú."Chick-lit dice ser un género que representa la vida de las mujeres, sus esperanzas, temores, sueños y valores.
Estas novelas atraen por su frescura y su forma de afrontar ciertos temas tabú."Chick-lit dice ser un género que representa la vida de las mujeres, sus esperanzas, temores, sueños y valores.
P.D.: TE QUIERO es una película que me ha encantado y es de este género.
Ser capaz de pasar tiempo agradable contigo mismo
A veces quería estar demasiado en lo que te gustaba, porque yo quería entenderlo, quería que pasásemos tiempo juntas y que nos diviertiéramos, y lo que conseguí fue obligarme a hacer cosas que no me gustaban tanto. Nos perdimos viajar, ir más a la playa y al campo. Nos perdimos abrazos, besos, ir de la mano... nos perdimos cien cosas porque yo quería estar demasiado contigo, pegada a ti. Y eso nunca es bueno.
Lo que conseguí fue estresarnos. Pasábamos demasiado tiempo en tu casa, con tus padres, tu hermana, con mis compañeras de piso y hasta con mis amigas, pero ¿cuánto tiempo pasábamos juntas de verdad en intimidad, solo nosotras? Nunca lo hacíamos.
>>Si no eres capaz de pasar tiempo contigo mismo, tú solo y darte placer (y no me refiero al sexo, me refiero a amarte a ti mismo y darte caprichitos), nunca podrás dárselo plenamente a la otra persona, porque siempre habrá algo o alguien (una molestia) que lo interfiera. Y tu vida es esta, ya ha empezado.
viernes, 12 de agosto de 2016
Alguna vez más
Te sigo echando de menos aunque no lo creas, aunque no lo leas, aunque no sepas que te estoy escribiendo. Echo de menos tu inteligencia, tu mente, tus abrazos, tu compasión. Ojalá pudiera leer todas las conversaciones y aprender de todas ellas otra vez, y ojalá pudiera volver a estar contigo alguna vez más...
jueves, 11 de agosto de 2016
Quererse
Llevo mucho tiempo sin sentirme
mal por regalarme algo a mí misma.
Regalarse algo a sí mismo es una
muestra de cariño hacia tu persona. Es una sensación maravillosa. Nadie debería
negarse a ello.
Una vez pensé regalarle a alguien especial un
collar que yo misma me había regalado cuando era pequeña, y me sentí muy mal.
Le dije que no podía, que no podía dárselo. Ahora entiendo por qué. Al igual
que los collares, las conchas u otras cosas que me han regalado mis abuelos, mi
madre... hay cosas que me he regalado yo misma y que son geniales y especiales,
son cosas que no puedo darle a otra persona porque eran para mí y dentro tienen
un sentimiento. Ese sentimiento es amor hacia mí. Yo quería darle eso a esa
persona, que ella sintiese ese "amor hacia ella". Pero lo que no me
daba cuenta era que, haciendo eso, de forma simbólica-, ese amor me lo estaba
quitando a mí. Y eso era algo que también ocurría en la realidad, no solo de
forma simbólica.
Yo quería que ella triunfase, que
cumpliese sus sueños, que fuera feliz, que creciera como persona. Pero de mí...
De mí yo no deseaba eso. Yo no sabía qué quería. Yo solo sabía que quería lo
mejor para ella, pero me estaba ahogando. Estaba matándome porque no me quería,
porque no era capaz de empujarme y triunfar.
Entender tus sentimientos
Cuando empiezas a entender tus sentimientos, comienzas a entender por qué las otras personas actúan como lo hacen. No está mal mostrarse. Eso te hace más humano. Las personas se vuelven más compasivas y comprensivas contigo, y te sientes mejor.
Centrarse en pasárselo bien
Lo que a veces echo de menos es sentir que de
momento, no voy a poder ir a esos sitios a los que iba antes con ella, con
alguien más. Pero eso es una trochería, una tontería, porque probablemente lo
harás, te lo pasarás mejor, y no hablarás de problemas, sino que estarás con
amigos, con alguien especial y os centraréis en pasároslo bien. Todo lo demás
dará igual.
domingo, 7 de agosto de 2016
Quiero estar soltera pero contigo
"Quiero estar soltera contigo.
Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al
día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te
apetece tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos. Quiero que
hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas
veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el
día.
Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que
me digas que había una chica en el bar que te ponía ojitos. Quiero que
me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me
digas chorradas, sólo para que puedas estar seguro de que yo también
estoy pensando en ti.
Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a
reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido. Quiero
que estemos con nuestros amigos, para que me cojas de la mano y me
lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte más y tienes
ganas de hacerme el amor ahí mismo. Quiero intentar permanecer en
silencio porque hay gente y nos pueden oír.
Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú
hables sobre ti. Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa
norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental. Quiero
imaginar el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que
probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes,
esos que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo:
"Coge tu pasaporte, que nos vamos".
Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más,
porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de
una buena noche con amigos. Para que me cojas la cara, me beses, me uses
como tu cojín y me abraces muy fuerte por la noche.
Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas
semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida,
deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome "hola".
No quiero que siempre me invites a tus juergas, y no quiero invitarte
siempre a las mías. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la
noche y tú puedes contarme la tuya.
Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga
que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento que
esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas.
Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que
estamos juntos.
Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti.
Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo se
mueve mi culo de lado a lado. Para que me dejes arañar las ventanas de
mi coche en invierno porque mi culo se contonea y eso te hace sonreír.
Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en
una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar.
Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas pero que
me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a
casa.
Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido.
La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta
cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera
contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de
solteros de ahora, pero juntos.
Un día, te encontraré".
Tomado de Verne.
Te echo de menos
Hoy es uno de esos días en los que te echo de menos. Echo de menos contarte todo, que me cuentes todo. Echo de menos tus consejos. Echo de menos tu comprensión y empatía. Echo de menos tus abrazos, quedar juntas, ir a comprar ropa contigo y hablar de nuestras cosas.
Hoy es un día en el que vuelvo a llorarte, de esos en los que me doy cuenta de todo lo que he perdido. Y sí, lo he perdido, porque he decidido superarte, he decidido dejarte atrás. Y eso me duele, me mata por dentro. Éramos tanto y ahora somos tan poco...
Pero no quiero que vuelvas a por mí. No sé si quiero que nos encontremos de nuevo. Solo sé que te echo de menos. Y es que a veces oígo tu voz en mi cabeza. Es una voz cariñosa, que me da la razón a veces y me dice que no pasa nada, que está bien. Y sé que no eres tú, que solo soy yo reproduciendo lo que tantas veces me decías. Y las lágrimas discurren por mi rostro, porque te echo de menos, porque yo te amaba, te quería, te necesitaba. Y ya no estás.
A veces desearía encontrarte de nuevo, verte una vez más. Pero ni siquiera sé qué haría. Ya no pertenecemos al mismo mundo y nada es igual que antes, que aquellos primeros meses, que aquel primer año... Nada es igual porque un día todo se truncó. Un día todo cambió porque los problemas se hicieron más grandes. Dejaron de ser el simple y tonto "no sé cómo decírselo a mis padres" para pasar a ser todo lo horrible que en tu familia estaba aconteciendo...
sábado, 6 de agosto de 2016
Cuando dejas, te dejan... renaces
Hoy he soñado que tenías una
nueva foto de perfil, que por fin habías decidido quitar esa en la que todavía
aparezco yo, que habías decidido pasar página definitivamente. Y me alegré
hasta que me adentré en la foto y pude ver lo que hiciste ese día.
Estabas en una playa de Mallorca,
con tu familia. Era una playa nudista y, tanto tú como tu hermana, ibais sin la
parte de arriba del bikini. Os lo pasabais genial y os hacíais fotos. Te
bañabas en el mar y me daba tantísimo coraje… ¿Por qué hacías cosas que nunca te atreviste a hacer conmigo? ¿Por qué
eras capaz de bañarte en la zona profunda si a ti te daban miedo las criaturas
del océano?
Entonces me di cuenta de que esa
no eras tú, que te estaba idealizando.
***
Muchas veces siento coraje porque
sé que estás haciendo cosas nuevas que nunca vas a hacer conmigo, que
probablemente te vuelvas una persona más fuerte después de todo lo que te
sucede, y que, sin embargo, yo no estaré ahí para observar tus logros. Pero lo
que sí es cierto, es que no puedo arrepentirme de mi decisión, porque siempre habrá
cosas de tu personalidad que quedarán intactas, porque son inherentes en ti. Y
no es que sean malas, solo es que chocan mucho con otras partes inherentes de
mí. Por eso lo dejamos, porque buscábamos cosas distintas, porque a veces
dejábamos de hacer cosas que nos gustaban para satisfacer a la otra. ¿Cuántas
veces no me dijiste que jugáramos al baloncesto y yo te dije que no?
Creo que otro fallo que tuvimos
fue que todo lo quisimos hacer con nosotras mismas, sin buscar a nadie más,
pero, a veces, necesitas encontrar a personas que satisfagan los gustos con los
que con tu pareja no puedes compartir.
***
Y yo te dejé marchar, y tú me dejaste marchar a mí. Ocuparon tu lugar
en mi corazón. Espero que también ocuparan mi lugar en el tuyo. No quiero
corazones vacíos.
Modificado de
Compartiendo Macarrones.
Cuando dejas a alguien con quien
has estado mucho tiempo, sientes que renaces, pero renaces de una forma amarga.
Hay muchos espacios que se quedan huecos y tienes que aprender a ocuparlos con
otras cosas o personas. Así redescubres hobbies que dejaste atrás, sin darte
cuenta, por esa persona especial. Te
apoyas más en tus amigos y haces que esas relaciones se vuelvan más sólidas. Al
menos, esto me sucedió a mí.
Y bueno, creo que eso es todo.
Consulta este artículo si te
interesa: Idealizar a los demás.
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