Hace un tiempo escribía una entrada en la que me cuestionaba sobre los significados de aceptar y entender, pero ahora añado uno más: consolar.
Pienso que en aquel momento me faltó analizar el consuelo.
¿Qué significa consolar?
Según el diccionario: aliviar la pena o aflicción de una persona. Sus sinónimos son: confortar, calmar, tranquilizar, alentar, animar, aliviar.
Es fácil ententer unos hechos, es decir, comprenderlos. Quizás sea un poco más difícil aceptarlos, es decir, conformarse con que suceden. Pero, probablemente, lo más difícil sea consolar a la persona que los vive.
Consolar, para mí, significa comprender y aceptar los sentimientos de alguien más. A veces, ese proceso no es tan fácil como parece. A veces es difícil ponerse en el lugar del otro, es decir, empatizar.
Por ello, para consolar, no tienes que dar una solución. Tienes que escuchar, hacer preguntas sobre cómo se siente; para así poder ponerte en el lugar de esa persona. Que tú le des la solución, no significa que esa persona vaya a sentirse mejor. Ni siquiera significa que esa persona vaya a seguirla. Esa persona primero debe desahogarse, comprenderse a sí misma. Muchas veces, nos resulta complicado desahogarnos con nosotros mismos y necesitamos a alguien más para lograrlo.
Después de que se desahogue, debes ayudarla, poco a poco, a que ella misma encuentre su propia solución, para que se sienta bien, por muy obvia que muchas veces te resulte la salida, pero recuerda que tú no estás en su cabeza. Y, por supuesto, nunca debes castigarla o echarle en cara sus actos pasados. Debes preguntarle cómo va a solucionarlo o esperar a que te pregunte cómo lo solucionarías tú. Entonces ya puedes decirle lo que piensas, pero no antes.
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