Hoy he soñado que tenías una
nueva foto de perfil, que por fin habías decidido quitar esa en la que todavía
aparezco yo, que habías decidido pasar página definitivamente. Y me alegré
hasta que me adentré en la foto y pude ver lo que hiciste ese día.
Estabas en una playa de Mallorca,
con tu familia. Era una playa nudista y, tanto tú como tu hermana, ibais sin la
parte de arriba del bikini. Os lo pasabais genial y os hacíais fotos. Te
bañabas en el mar y me daba tantísimo coraje… ¿Por qué hacías cosas que nunca te atreviste a hacer conmigo? ¿Por qué
eras capaz de bañarte en la zona profunda si a ti te daban miedo las criaturas
del océano?
Entonces me di cuenta de que esa
no eras tú, que te estaba idealizando.
***
Muchas veces siento coraje porque
sé que estás haciendo cosas nuevas que nunca vas a hacer conmigo, que
probablemente te vuelvas una persona más fuerte después de todo lo que te
sucede, y que, sin embargo, yo no estaré ahí para observar tus logros. Pero lo
que sí es cierto, es que no puedo arrepentirme de mi decisión, porque siempre habrá
cosas de tu personalidad que quedarán intactas, porque son inherentes en ti. Y
no es que sean malas, solo es que chocan mucho con otras partes inherentes de
mí. Por eso lo dejamos, porque buscábamos cosas distintas, porque a veces
dejábamos de hacer cosas que nos gustaban para satisfacer a la otra. ¿Cuántas
veces no me dijiste que jugáramos al baloncesto y yo te dije que no?
Creo que otro fallo que tuvimos
fue que todo lo quisimos hacer con nosotras mismas, sin buscar a nadie más,
pero, a veces, necesitas encontrar a personas que satisfagan los gustos con los
que con tu pareja no puedes compartir.
***
Y yo te dejé marchar, y tú me dejaste marchar a mí. Ocuparon tu lugar
en mi corazón. Espero que también ocuparan mi lugar en el tuyo. No quiero
corazones vacíos.
Modificado de
Compartiendo Macarrones.
Cuando dejas a alguien con quien
has estado mucho tiempo, sientes que renaces, pero renaces de una forma amarga.
Hay muchos espacios que se quedan huecos y tienes que aprender a ocuparlos con
otras cosas o personas. Así redescubres hobbies que dejaste atrás, sin darte
cuenta, por esa persona especial. Te
apoyas más en tus amigos y haces que esas relaciones se vuelvan más sólidas. Al
menos, esto me sucedió a mí.
Y bueno, creo que eso es todo.
Consulta este artículo si te
interesa: Idealizar a los demás.
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