sábado, 6 de agosto de 2016

Cuando dejas, te dejan... renaces

Hoy he soñado que tenías una nueva foto de perfil, que por fin habías decidido quitar esa en la que todavía aparezco yo, que habías decidido pasar página definitivamente. Y me alegré hasta que me adentré en la foto y pude ver lo que hiciste ese día.

Estabas en una playa de Mallorca, con tu familia. Era una playa nudista y, tanto tú como tu hermana, ibais sin la parte de arriba del bikini. Os lo pasabais genial y os hacíais fotos. Te bañabas en el mar y me daba tantísimo coraje… ¿Por qué hacías cosas que nunca te atreviste a hacer conmigo? ¿Por qué eras capaz de bañarte en la zona profunda si a ti te daban miedo las criaturas del océano? 

Entonces me di cuenta de que esa no eras tú, que te estaba idealizando.

***

Muchas veces siento coraje porque sé que estás haciendo cosas nuevas que nunca vas a hacer conmigo, que probablemente te vuelvas una persona más fuerte después de todo lo que te sucede, y que, sin embargo, yo no estaré ahí para observar tus logros. Pero lo que sí es cierto, es que no puedo arrepentirme de mi decisión, porque siempre habrá cosas de tu personalidad que quedarán intactas, porque son inherentes en ti. Y no es que sean malas, solo es que chocan mucho con otras partes inherentes de mí. Por eso lo dejamos, porque buscábamos cosas distintas, porque a veces dejábamos de hacer cosas que nos gustaban para satisfacer a la otra. ¿Cuántas veces no me dijiste que jugáramos al baloncesto y yo te dije que no?

Creo que otro fallo que tuvimos fue que todo lo quisimos hacer con nosotras mismas, sin buscar a nadie más, pero, a veces, necesitas encontrar a personas que satisfagan los gustos con los que con tu pareja no puedes compartir.

***

Y yo te dejé marchar, y tú me dejaste marchar a mí. Ocuparon tu lugar en mi corazón. Espero que también ocuparan mi lugar en el tuyo. No quiero corazones vacíos. 
Modificado de Compartiendo Macarrones.

Cuando dejas a alguien con quien has estado mucho tiempo, sientes que renaces, pero renaces de una forma amarga. Hay muchos espacios que se quedan huecos y tienes que aprender a ocuparlos con otras cosas o personas. Así redescubres hobbies que dejaste atrás, sin darte cuenta, por esa persona especial. Te apoyas más en tus amigos y haces que esas relaciones se vuelvan más sólidas. Al menos, esto me sucedió a mí.

Y bueno, creo que eso es todo.

Consulta este artículo si te interesa: Idealizar a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario