Hoy es uno de esos días en los que te echo de menos. Echo de menos contarte todo, que me cuentes todo. Echo de menos tus consejos. Echo de menos tu comprensión y empatía. Echo de menos tus abrazos, quedar juntas, ir a comprar ropa contigo y hablar de nuestras cosas.
Hoy es un día en el que vuelvo a llorarte, de esos en los que me doy cuenta de todo lo que he perdido. Y sí, lo he perdido, porque he decidido superarte, he decidido dejarte atrás. Y eso me duele, me mata por dentro. Éramos tanto y ahora somos tan poco...
Pero no quiero que vuelvas a por mí. No sé si quiero que nos encontremos de nuevo. Solo sé que te echo de menos. Y es que a veces oígo tu voz en mi cabeza. Es una voz cariñosa, que me da la razón a veces y me dice que no pasa nada, que está bien. Y sé que no eres tú, que solo soy yo reproduciendo lo que tantas veces me decías. Y las lágrimas discurren por mi rostro, porque te echo de menos, porque yo te amaba, te quería, te necesitaba. Y ya no estás.
A veces desearía encontrarte de nuevo, verte una vez más. Pero ni siquiera sé qué haría. Ya no pertenecemos al mismo mundo y nada es igual que antes, que aquellos primeros meses, que aquel primer año... Nada es igual porque un día todo se truncó. Un día todo cambió porque los problemas se hicieron más grandes. Dejaron de ser el simple y tonto "no sé cómo decírselo a mis padres" para pasar a ser todo lo horrible que en tu familia estaba aconteciendo...
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