Llevo mucho tiempo sin sentirme
mal por regalarme algo a mí misma.
Regalarse algo a sí mismo es una
muestra de cariño hacia tu persona. Es una sensación maravillosa. Nadie debería
negarse a ello.
Una vez pensé regalarle a alguien especial un
collar que yo misma me había regalado cuando era pequeña, y me sentí muy mal.
Le dije que no podía, que no podía dárselo. Ahora entiendo por qué. Al igual
que los collares, las conchas u otras cosas que me han regalado mis abuelos, mi
madre... hay cosas que me he regalado yo misma y que son geniales y especiales,
son cosas que no puedo darle a otra persona porque eran para mí y dentro tienen
un sentimiento. Ese sentimiento es amor hacia mí. Yo quería darle eso a esa
persona, que ella sintiese ese "amor hacia ella". Pero lo que no me
daba cuenta era que, haciendo eso, de forma simbólica-, ese amor me lo estaba
quitando a mí. Y eso era algo que también ocurría en la realidad, no solo de
forma simbólica.
Yo quería que ella triunfase, que
cumpliese sus sueños, que fuera feliz, que creciera como persona. Pero de mí...
De mí yo no deseaba eso. Yo no sabía qué quería. Yo solo sabía que quería lo
mejor para ella, pero me estaba ahogando. Estaba matándome porque no me quería,
porque no era capaz de empujarme y triunfar.
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